En Madrid hay un semanario católico llamado Alfa y Omega (yo no lo sabía, no sé vosotros). Y esta semana ha salido un artículo que demuestra que la Iglesia debería callarse antes de soltar burradas como las de Ricardo Benjumea. En ese artículo, según 20minutos, se dice que si el sexo ha pasado a ser puro gozo, puro entretenimiento, ¿no deberíamos sacar el término "violación" del Código Penal?
También se pregunta si la violación no debería equipararse a otras formas de agresión, como si, por ejemplo, obligáramos a alguien a divertirse durante unos minutos.
Es difíciil extrapolar algo de aquí para hacer una crítica coherente a este señor, que a mí parecer ha perdido un poco el norte. NADIE tiene el derecho sobre nadie de hacer cualquier cosa, y el hecho de que el término "violación" esté presente en el Código Penal no tiene nada que ver con el uso que la gente, libre como los pájaros, le den al sexo, que tantos beneficios saludables otorga al cuerpo humano.
Si usted quiere criticar el sexo libre, o bien cualquier acto sexual que corrompa el alma y nos convierta en meros animales sólo por no engendrar hijos cada vez que copulamos, hágalo de otro modo, pero no hiera la sensibilidad de esta forma tan grotesca a tantas mujeres y hombres que han padecido una violación en su vida. ¿Diría usted lo mismo si usted hubiera sido violado? ¿Le hubieran obligado a divertirse? Seguramente no, por el mero hecho de que usted no utiliza el sexo (si lo utiliza) como entrenimiento, placer o muestra de amor hacía la otra persona. Pero de lo que usted se olvida, señor Benjumea, es que aunque el sexo sea utilizado para obtener entretenimiento o placer, eso no significa que en nuestra mente la sociedad sea una orgía inmunda en la que cada ser humano tiene derecho a posesión de cualquier otro ser humano. Cada uno elige con quien quiere tener sexo. En una violación el único que elige tener sexo es el asqueroso violador. Por lo tanto, no, no es obligar a alguien a divertirse, es obligar a alguien a ser humillado en todo su ser. No haga bromas al respecto.
Todo esto lo dice para criticar la medida gubernamental de poder obtener la píldora postcoital en cualquier farmacia y sin receta. ¿No hay otros modos de criticarlo? Es decir, yo critico esa medida, básicamente porque en este país la educación sexual anda por los suelos y la educación básica también, por lo que van a proliferar las niñas de 13-14 años que acudan a la farmacia a pedir una pastilla que acabarán tomándose 20 al mes. La medida de Bibana Aído es horrible, como básicamente todo lo que ha hecho esa mujer en ese Ministerio que constitucionalmente debería estar prohibido por redundante, pero respete a todo el mundo a elegir lo que quiera sin hacer daño a nadie, y sobre todo, no se burle de los que han sido víctima de violación.
Recomiendo la escena de "los hombres que no amaban a las mujeres" el violador violado buenisima, para los que tienen que ver para creer.
ResponderEliminar