De todos es sábido que la Luna tiene una cara oculta, o mejor dicho, tímida, ya que su periodo de rotación coincide con el de traslación y eso hace que siempre estemos viendo, durante todos los días de nuestra vida, la misma zona de la Luna desde la Tierra. Para ver la otra cara tendríamos que agenciarnos un viaje espacial, que no está al alcance de todo el mundo, y además todavía no llegan a nuestro satélite.
Pero a lo que vamos, según estudios sobre los cráteres de la Luna, se contempla la posibilidad de que antes la cara oculta fuera la cara expuesta, y el impacto con un asteroide, en los inicios del Sistema Solar, cuando todo eran juergas, explosiones y choques, le hubiera 'dado la vuelta', literalmente.
(Vía Astroseti)
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