Deambulando por internet (uno de mis pequeños placeres de la vida) he descubierto que hay ligeras variaciones en las curiosidades sobre la Luna que publiqué el otro día.
Sí, la Luna se separa cuatro centímetros de nosotros cada año, a la vez que frena la rotación terrestre (parte de la energía de la Tierra se la lleva la Luna en su proceso de alejamiento). Llegará un momento en el que la Luna se aleje lo suficiente para que no haya más eclipses solares, ya que será relativamente (para nosotros) tan pequeña que no tapará la superficie solar. Sin embargo, este alejamiento sólo continuará hasta que tanto el periodo de traslación lunar alrededor de la Tierra y el periodo de rotación de la Tierra sea de 47 días, según los astrónomos.
Pero entonces entra en juego otro factor: el factor más importante del Sistema Solar: el Sol. El Sol es el astro que más puede trastocar los planes dispuestos en el Universo más cercano, y al covertirse en una gigante roja, su tamaño aumentará considerablemente, haciendo que la órbita de la Luna alrededor de la Tierra se vaya achicando hasta unos 18.000 kilómetros, distancia a la que está el límite de Roche, que es la distancia mínima a la que pueden estar dos cuerpos gravitacionalmente conectados sin comenzar a desintegrarse (grosso modo). En ese momento, la Luna no podrá soportar más la atracción terrestre y se convertirá en un sistema de anillos como los de Saturno.
Esta es una de las teorías que se manejan. Desgraciadamente, los cálculos y las hipótesis cambian a lo largo del tiempo, y siguen siendo teorías, aunque altamente atractivas.
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