Los diputados se apuntan al carro de internet por la puerta grande. Después de aprobar la famosa Ley Sinde, ignorando por completo como funciona internet y que seguramente no servirá para nada, ahora han acordado, ellos solos, que necesitan para desarrollar su trabajo una línea ADSL en sus domicilios y un smartphone que cumpla con las características que sólo cumple el iPhone 4S, por lo que entendemos que cada diputado del Congreso tendrá su iPhone 4S (y son 350 diputados, ni más ni menos), con su tarifa VIP, con ninguna restricción en llamadas nacionales, internacionales (e interuniversales) y a coste cero, esto es, coste cero para los diputados, porque usted y yo, amigo mío, lo pagaremos de nuestro bolsillo. Tal y como dijo una célebre político, “el dinero público no es de nadie”, pero se lo gastan ellos.
¿Y la línea ADSL en casa? ¿Pero por qué tiene que pagar el ciudadano de a pie la línea ADSL en casa de un político? ¿Por qué no pueden trabajar desde un despacho? Todo tiene su explicación. Dada la importante abstención de sus puestos de trabajo (¿cuántas veces al año vemos lleno el Congreso de los Diputados?), es normal que tengan que tener internet en casa para poder hacer no se sabe muy bien qué, porque yo suprimiría prácticamente el 100% de los diputados. Total, todos votan lo que dice el Partido… pondría a un diputado por Partido representado, cuyo voto representara el porcentaje total que tiene su representación en el total de la cámara.
En definitiva, un nuevo atropello más al conjunto de los ciudadanos, que tiene que apretarse el cinturón en estos tiempos de crisis y soportar recortes en todos los ámbitos mientras sus señorías viven como marajás a su costa. No me extraña que Zapatero asegurara durante tanto tiempo que no había crisis… para ellos no existe.
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