Admitámoslo. Arnold Schwarzenegger no es un erudito de los discursos, pero tampoco le hace falta para tener algunas de las frases más míticas de la historia del cine. ¡Ay, si las actuales películas de acción fueran como las suyas!
Necesito tu ropa, tus botas y tu motocicleta.
Terminator II
Acto seguido, el motero del bar de mala muerte le increpa no habérselo pedido “por favor” para apagar su puro en sus pectorales. ¡Mítica escena! Pero las grandes frases de Terminator II no acaban ahí:
Necesito unas vacaciones.
Terminator II, tras matar al malo malísimo
- ¡Ibas a matar a ese tipo!
- Claro, soy un Terminator.
Terminator II, después de que John Connor evite que mate a un chico.
Sayonara, Baby.
Terminator II, siendo innecesarias más explicaciones.
¿Pero qué me dicen de la mítica Conan? Sí, esa película que se rodó por las tierras conquenses y que contó con Jorge Sanz en papel estelar…
- ¿Qué es lo mejor de la vida?
- ¡Aplastar enemigos, verles destrozados y oír el lamento de sus mujeres!Conan el bárbaro.
¿Y aquella de Comando, cuando sujeta a un tío boca abajo al borde de un precipicio y le dice:?
- ¿Recuerda que te dije que te mataría el último?
- ¡Es verdad, lo prometiste!
- Mentí.
Comando, antes de tirar por un precipicio a uno.
- Considérate divorciada
Después de pegarle un tiro en la cabeza a su mujer Sharon Stone en Total Recall.
Nuestro buen amigo Chuache tiene innumerables frases para la posteridad, como la de “eres una belleza” a Depredador o “le he dejado helado” después de clavarle un cucurucho de helado a uno de los malos en El último gran héroe. Como político tampoco estuvo mal el hombre:
Creo que el matrimonio gay debería ser entre un hombre y una mujer
Arnold Schwarzenegger, en la campaña para Gobernador de California.
0 comentarios:
Publicar un comentario