Dallas Mavericks se convirtió en el nuevo equipo campeón de la NBA al derrotar en el sexto partido (2-4) a los Miami Heat por 95-105, logrando así culminar su sueño (es el primer título de la franquicia en toda su historia) y su venganza, ya que en su anterior final alcanzada, en 2006, fueron derrotados por los Heat.
Es también un triunfo del juego en equipo, en el cual los Mavs han ganado gracias al esfuerzo y al tesón de no tener ningún hombre que sea “el hombre”. Sin duda, Dirk Nowitzki es el gran líder del equipo, el jugador franquicia, y el que marca las diferencias, pero su nombre no resuena tanto como LeBron James, Dwayne Wade o Chris Bosh en Miami. Es un tipo humilde y carismático, y ha vencido a los tres de Miami con humildad y trabajo. Es el primer anillo del gigante alemán, quien a sus 32 años ha culminado su sueño, con la franquicia con la que ha jugado todos los partidos desde su llegada a la mejor liga del mundo.
Otro que consigue por fin cumplir su sueño es el base Jason Kidd, el gran Míster Triple Doble, el veterano base de 38 años que por fin ha conseguido el anillo de campeón, tras estar dos veces en las Finales, con los New Jersey Nets, equipo al que llevó a su época dorada.
Pero no queda ahí la cosa, porque en los Dallas Mavericks figuran también nombres ilustres que tampoco tenían anillo. Es el caso del serbio Peja Stojakovic, de 34 años, que ya dejó atrás su mejor época pero que se merecía el anillo, de Jason Terry, el perfecto complemento de Dirk Nowitzki en este equipo, o de Shawn Marion, que también cuenta con sus añitos ya.
Al otro lado, se queda la cara de LeBron James, al que no se cansan de compararlo con Michael Jordan pero que está a años luz del astro que hizo leyenda a los Chicago Bulls. LeBron James ha estado ausente en toda la serie, y a sus ocho años de comenzar en la NBA, no ha podido convertirse en campeón del mundo. De paso, el dueño de los Cleveland Cavaliers, de donde salió este año de malas maneras, le ha mandado un recado, al declarar que “no hay atajos para llegar al anillo”.
Y es también el primer anillo de Mark Cuban, un tipo carismático de 53 años, multimillonario, dueño de la franquicia de Dallas Mavericks, que ha recibido numerosas multas por parte de la NBA por meterse con los árbitros y jugadores rivales. De hecho, el alemán Nowitzki dijo en su día que Mark Cuban debería aprender a controlarse, ya que desde el inicio del partido está vociferando desde la grada.
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