Uri Geller está de actualidad, ya que por lo visto Michael Jackson, seguramente en un estado de embriaguez algo notable, le dijo que no le importara lo que le costara clonarse, que el lo pagaría agusto si pudiera dejar en la Tierra a un pequeño bailarín trhiller, que seguramente se tornaría en un malvado Jackson asesino, como lo fue la oveja Dolly o el camello ese que clonaron hace poco.
La cosa es que Uri Geller es un tío que se autodenomína psíquico y un día, mientras jugaba en el patio de su casa (que sería particular) le cayó una luz del cielo que le tiró para atrás. Fue corriendo a su madre que le diría que sí, que sí (lo que dicen las madres mientras hacen las lentejas, vamos). Eso sí, mientras se comía las lentejas, el chiquillo dobló su cuchara con la mente (seguramente la historia no sea así. Quiero decir, que las lentejas lo mismo no eran lentejas. El resto es tal y como viene en la biblia de internet).
Y yo me pregunto una cosa: Si tuviera poderes psíquicos, ¿doblaría cucharas? No sé, a lo mejor es que los poderes psíquicos se resumen en doblar cucharas y escaparse de cajas herméticamente cerradas en las que cualquier otro humano menos Uri Geller moriría, pero yo me muestro un poco escéptico ante estos poderes extraños. Más que nada porque si yo tuviera poderes haría como Spiderman: ocultarme. No voy a ser el conejillo de indias del Pentágono, de la CIA, del CNI (jo, jo, jo, de estos sí que no) y de quien se quiera sacar una foto conmigo.
Además, recuerden:
No hay cuchara
Niño aterrador de Matrix.
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