En las misiones Apolo de la NASA (las que fueron a la Luna) se tuvo un pequeño problema que por suerte no pasó a mayores. Entre la misión 16 y la 17 (que a la postre sería la última), el 2 de agosto de 1972, una mancha solar con aspecto de pocos amigos apareció en el Astro Rey y comenzó a erupcionar de forma intermitente durante más de una semana. ¿Qué hubiera pasado si el Sol se hubiera vuelto loco mientras los astronautas estaban en la Luna?
A lo mejor esto no ha sido de vital importancia en los últimos años, desde que se abandonó el programa Apolo y nadie ha vuelto a poner un pie en nuestro satélite natural, pero el objetivo próximo de la NASA, conseguir llegar a Marte, pasa por preparar un laboratorio emplazado en la Luna, con su plataforma de lanzamiento y todo eso, y para no correr riesgos hay que conocer cómo se comportaría un ser humano en caso de que el aparezcan manchas solares activas en el Sol.
Así que los de la NASA y la ESA han preparado un par de muñecajos con tejido humano y células sanguíneas frente a un provocado haz de protones, para ver cómo se comporta ante una exposición aguda (breve pero intensa, como un orgasmo).
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