Profesores de la Universidad... ¿siempre fue así?

¿Por qué la Universidad Española permite que haya profesores que no valen nada? Supongo que muchos de los que lean esto y hayan ido a la Universidad sabrán de lo que hablo. La Enseñanza Superior se ha convertido, en muchas ocasiones (aunque con honrosas excepciones), en el último resquicio para especímenes que Who sabrá dónde hubieran acabado de no ponerse a dar clase.

No logro concebir cómo un profesor lee libros puede estar dando clase en una Universidad. Poner una transparencia y leer lo que en ella está escrito está al alcance de, por lo menos, el 95% de la población española. Un profesor no debería ser pagado para leer un libro en voz alta. Un profesor tiene que enseñar y, sobre todo, transmitir el gusto por la asignatura. En mi vida de estudiante, no sólo en la de universitario, he tenido profesores que se han preocupado por sus alumnos, muy buenos profesores que te han hecho amar alguna asignatura, aunque tal vez amar sea un término no tan apropiado. Pero, en definitiva, que te han hecho que no odies las materias que ellos imparten.

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Pero hay otros que dan clase por obligación, no tienen ningun interés por saber si sus alumnos le están atendiendo o no. Debe ser muy triste saberte en una clase, rodeado por más de cien alumnos, y saber que nadie te está escuchando porque no eres capaz de dar una materia como Dios manda. Debe ser muy triste ver cómo esos cien alumnos vienen el primer día y a las dos semanas sólo quedan cuatro pupilos porque el resto ha decidido estudiarse la asignatura por su cuenta debido a la gran profesionalidad del docente que la imparte.

Este es un llamamiento para todos aquellos que tienen en su mano el poder para lograr una Universidad de calidad, para poder cortar por lo sano a todos aquellos profesores que en algún momento de su vida perdieron la ilusión por enseñar. Porque sólo hay una cosa peor que él no ser capaz: y es el no intentar ser capaz.