¿A cuánto estarías dispuesto renunciar a cambio de ser uno de los primeros humanos en pisar el planeta rojo? ¿Estarías dispuesto a renunciar a todo? Eso es lo que asegura el segundo hombre en pisar la Luna, el histórico Buzz Aldrin, que a sus ochenta y tres años lamenta no tener la posibilidad de no formar parte de la futura tripulación que colonice Marte. Una tripulación que nunca volvería a ver la Tierra con sus ojos debido al enorme coste que supondría.
En paralelo, el proyecto MarsOne sigue en marcha. MarsOne se autodefine como una organización sin ánimo de lucro que pretende establecer una colonia permanente en nuestro planeta vecino. Para ello, abrieron el plazo de inscripción para voluntarios hace ya dos semanas. En este tiempo, 78.000 personas han solicitado la adhesión al programa, entre ellos 11 españoles. Al igual que Buzz Aldrin, MarsOne es claro, tal y como podemos leer en su página web: “Los astronautas de MarsOne abandonarán la Tierra asumiendo que nunca volverán”. Una vez allí, se valdrían con la energía proporcionada por paneles solares para subsistir.
“Si es posible, existirá la oportunidad, durante la vida de los primeras personas establecidas en Marte, de traer a uno o más de vuelta a la Tierra, pero eso no puede ser garantizado”. Además, no sólo aspectos económicos deben ser considerados. MarsOne advierte del problema físico que plantearía una hipotética vuelta a la Tierra tras una larga estancia en un planeta con una gravedad un 38% menor que la nuestra.
Aparte de la financiación obtenida por diferentes contribuidores, siempre buscando la desvinculación política, MarsOne pretende obtener financiación a través de la retransmisión de la aventura completa, que comenzaría con la fase de selección de los participantes (como si de un Reality se tratara)
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