No hay nada como un libro en formato físico, y eso lo dice cualquier persona que adore la lectura. Pero negar la evidencia es inútil: los libros electrónicos se acabaran imponiendo, y es únicamente una cuestión de lógica. Son más baratos de producir, no están condicionados al control de la copia, no necesita de intermediarios para darse a conocer (¿Chao, chao, editoriales? Tendréis que ir buscando otro modo de subsistir…), y puedes llevar miles de libros en apenas 500 gramos, algo impensable hace unos años.
¿Qué se pierde a cambio? Lo que un libro en formato impreso puede ofrecerte, y eso no hace falta explicarlo. Es más, si alguien necesita que se explique, es alguien que no adora la lectura de un libro. ¿Y las estanterías llenas de libros? No hay nada como ver una estantería repleta de libros y perder un rato navegando en ella, buscando ejemplares que realmente te encuentran a ti.
Pero el futuro ha llegado y lo ha hecho para quedarse. Amazon ha anunciado que vende más libros digitales que impresos. Todo esto ha pasado a un ritmo vertiginoso, ya que la tienda digital vende libros desde hace 15 años, pero eReaders (el famoso Kindle de Amazon) desde hace cuatro años, lo que le da más importancia al hecho.
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