China es a la libertad lo que el azúcar a lo salado: no tienen mucho que ver. Y la última prueba la tenemos en una medida comunista autoritaria que, como siempre, viene enmarcada en el típico “es por el bien de la sociedad”.
Si tú vas a Pekín con algún complemento caro y exclusivo, estarías rompiendo la armonía con la que se vive en la sociedad china y crearías un clima de crispación porque la inmensa mayoría de los ciudadanos no pueden optar a esos artículos. Por ello, se ha decidido que la publicidad de estos artículos sea erradicada.
Favorecen en hedonismo y el culto a los productos fabricados en el extranjero y tienen un impacto negativo en la sociedad. (La Adiministración) está seriamente preocupada por las desigualdades sociales que genera la publicidad.
Lo gracioso es que China es el país que más compra lujo (teniendo en cuenta que es de largo el más poblado, es ciertamente lógico). Las marcas que incumplan la medida tendrán multas de hasta 3.400 euros.
Fuente | El Mundo
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