17/1/11

Mordaza a las protestas en la red

mordaza Los políticos, ¿representantes? del pueblo, intentan implantar una ley. Los ciudadanos, más informados que en ningún otro momento de la historia, deciden tomar cartas en el asunto y se quejan, se manifiestan ante ellos. Tantos son los que están en contra de esa ley que, uniendo la fuerza de todos, se consigue provocar una saturación en una página web determinada y bloquear su acceso haciéndola inaccesible. Esto molesta a los políticos, ¿representantes? del pueblo. ¿La solución? No escuchar al populacho, declarar ilegal el DoS (ataque de denegación de servicio) e ir contra los instigadores de la protesta.

Esto es lo que pasará a partir de ahora con el nuevo Código Penal. Ejemplos pasados de este tipo de ataques hay, como la caída de las web del Ministerio de Cultura o la SGAE debido a la famosa Ley Sinde (rechazada de plano por la inmensísima mayoría de los internautas) o la reciente caída de las web del Partido Popular, la Embajada Americana o la del Senado, donde se tratará de aprobar la dichosa ley.

Es decir, que una ley va en contra del interés general del pueblo, que de una forma pacífica consigue manifestarse, llamar la atención y hacerse notar, demostrando que estamos en una época en la que unirse por una causa común es relativamente sencillo y los ciudadanos pueden mostrar su poder frente a las medidas impopulares del Gobierno, todo esto sin provocar ningún daño físico a nadie ni nada. Pero, en lugar de escucharnos, declaran ilegal nuestra actividad.

Con motivo de la dichosa Ley Sinde, también acusaron de provocar spam a los miles de ciudadanos que inundaron de protestas los correos de los señores diputados del Congreso, mostrando su rechazo a la dichosa Ley. ¿Spam? ¿Molesta a sus señorías que el populacho se ponga en contacto con ellos de un modo sencillo (y básicamente el único que se tiene) para criticar su política? ¿Acaso no puede un ciudadano ejercer el derecho a criticar lo que no le gusta? ¿Acaso no pueden hacerlo miles de ciudadanos a la vez? ¿Sólo tenemos derecho a asentir y pedir perdón si molestamos?

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