En 1984 salió a la luz una película que se convertiría en uno de los clásicos del cine de terror de todos los tiempos: Pesadilla en Elm Street, del gran Wes Craven. En ella, los protagonistas, sanos adolescentes ellos, eran asesinados cuando dormían a manos del asesino Freddy Krueger. El SUNDS (Síndrome de la muerte nocturna repentina e inesperada, por sus siglas en inglés), puede causarnos la muerte también en sueños.
Sin embargo, el SUNDS no tiene nada que ver con las pesadillas. De hecho, funciona de un modo muy simple. Las señales eléctricas que dicen a nuestro corazón que lata, fallan, la sangre deja de bombear, y la muerte llega.
El corazón puede ir normal, y de repente se para de forma inesperada. Normalmente, sucede de noche, y en el sudeste asiático causa más muertes entre los varones masculinos jóvenes que los accidentes de tráfico.
La razón por la que sucede de noche es que el corazón late de forma más débil mientras dormimos. Aun no existe cura para esta enfermedad, y la primera vez que médicos de Estados Unidos y Europa se dieron cuenta de ella fue en los refugiados que proveniean de la Guerra de Vietnam.
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