19/1/10

¿Y si tuviéramos dos soles?

2007-03-31-sl--dos_solesNo falla. El alba llega por el este y el ocaso, por el oeste. Pero, ¿y si cuando el Sol se pone llegara otra estrella que hiciera amanecer de nuevo? Seguro que alguna vez has visto alguna película en la que esto pasa (Pitch Black) o alguna serie (Futurama). Y no, no es algo tan extraño. De hecho, lo inusual es lo que pasa en nuestro Sistema Solar.

Nuestro Sol es una estrella G. Según las observaciones, en un punto álgido gracias a los nuevos instrumentos como el Telescopio Espacial Kepler que otea el Universo buscando mundos habitables, un tercio de estrellas G son sistemas múltiples. ¿Qué significa esto? Pues que dos de cada tres estrellas del mismo tipo que nuestro Sol tienen acompañante. Se trata de sistemas de estrellas, generalmente de dos, que orbitan la una a la otra para formar el núcleo del sistema solar. Sólo una de cada tres estrellas como el Sol es solitaria. Es más, se calcula que podría haber sistemas de estrellas con siete integrantes.

Eso sí, esto sólo sucede con el tipo G o las que son mayores. La pega es que la inmensa mayoría de las estrellas son de la clase M, con una masa entre diez y dos veces menor a la de nuestra estrella madre. Para que nos hagamos una idea, si en la Vía Láctea hay 400 mil millones de estrellas, 325 son de este tipo M, y de este tipo, más del 70% son solitarias.

No sucede así con las estrellas más grandes, que son más propensas a formar sistemas binarios. Esto sucede, según los astrónomos, porque los núcleos son más turbulentos, con el gas interior circulando a velocidades mucho mayores, por lo que son más susceptibles a la fragmentación.

Fuente | SPACE; Imagen | La Gran Época

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