17/11/09

Bugatti Veyron: muy bonito, pero no nada

Definición de putada: Conducir un Bugatti Veyron y caerte al agua por culpa de un pelícano.

Gilbert Harrison (me encanta podamos saber el nombre de este tío pero no el de un violador) es un tipo majete de treinta y pocos años bien montado en el dólar. Prueba de ello es que conducía por Texas (dónde sólo hay vacas y maricones, y él no tenía pinta de vaca), a orillas del Lago Omega Bay, con su flamante Bugatti Veyron, un coche que cuesta algo menos de 1,5 millones de euros y se gasta 1001 CV de potencia.

El bueno de Gilbert iba tan tranquilamente por la carretera mientras unos jóvenes le grababan desde otro coche (no todos los días se ve un Bugatti por tu pueblo). En estas que un pelicano absorbió la atención de Gilbert, que para más inri iba hablando por el teléfono móvil, y el despiste ocasionó que el Bugatti fuera a parar al Lago, que encima es de agua salada. Luego salió del coche siguiendo los consejos de Ronmocho.

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