Cómo salir de un coche hundido

Esta tarde estuve comiendo con unos amigos y salió el tema (¿a quién no le ha salido?) de cómo escapar de un coche que está hundiéndose o, lo que es peor, que ya está hundido.

Supongamos que vamos plácidamente por un puente, este se rompe a lo Takoma Narrows pero en formato ipso-facto y caemos al mar. Nuestro coche comienza a hundirse y nosotros somos presa del pánico. ¿Por qué no podemos abrir la puerta? ¿Qué tenemos que hacer para escapar?

Bien, antes de explicar el proceso de salvación hay que tener en cuenta un par de conceptos. El primero es el de la diferencia de presiones. ¿Recordáis el Efecto Magnus, la explicación sencilla de por qué vuela un avión? (Realmente la explicación es algo más complicada, pero para entendernos nos sirve). El ala de un avión tira hacia arriba (sustentación) debido a que en el extradós del ala (parte superior) hay menos presión que en el intradós.

Tanto igual pasará en el coche que se hunde. Cuando íbamos por el puente, fuera del coche la presión era la atmosférica. Y dentro también. Estamos en el mismo medio. Cuando nos estamos hundiendo, fuera la presión es la del agua, que aumenta muchísimo con la profundidad (el aire también, que conste, pero como sabemos, la densidad del aire es muchísimo menor).

Esto quiere decir que cuando el coche esté hundiéndose, dentro del habitáculo habrá presión atmosférica, pero fuera estará la presión propia de la profundidad a la que estemos. Y esta presión viene dada por la siguiente ecuación, que debemos a tíos como Bernouilli, un erudito en estas cosas de la mecánica de fluidos:

P = Po + d*g*h

Po es la presión atmosférica.
d es la densidad del agua (1 kg/dm3 = 1000 kg / m3)
h es la altura (en este caso, la profundidad).
g es la aceleración de la gravedad (9,81 m/s2)

Para que veamos lo chungo que es, la Po, que es a la que estamos dentro del habitáculo, es de 1,225 kg/m3, aproximadamente (si estamos en el Lago Titicaca es menor, lo cual es aun más chungo para nosotros).

Como vemos, a un metro de profundidad, la fuerza que ejerce el agua sobre el habitáculo del vehículo, o la puerta, que es lo que trataremos de abrir, es 1.000 veces mayor que la que hace el aire de dentro hacia fuera. Y esto aumenta a cada metro que el coche se nos hunda, haciéndonos imposible abrir la puerta debido a esta diferencia de presiones. Imagina que la puerta pesa dos kilogramos. A un metro de profundidad, es como si pesara 2.000 kilogramos. OMGWTF!

Mientras el habítaculo esté lleno de aire no podremos salir. Así que tendremos que esperar pacientemente, pensando en si este pequeño percance nos lo cubrirá el seguro, en lo que vas a cenar esa noche o en donde te gustaría ir de vacaciones, hasta que el habítaculo se llene completamente de agua. Entonces, podremos abrir la puerta. Eso sí, si estamos muy abajo, puede ser chungo para nuestro cuerpo (baja dos metros en una piscina y tus oídos comenzarán a resentirse...).