Sin rival. Hace dos semanas España comenzaba la primera fase cayendo ante una serbia joven, comandada por un entrenador experto, que llamaba a las puertas de la guerra de Europa por el trono europeo. Pero dos semanas después, este equipo se reafirmó como lo que es: la mejor generación de jugadores de baloncesto que ha dado España en la historia. En la nómina de 12 jugadores figuran veteranos, juniors de oro, novatos y el jugador más joven del torneo. Y se quedan cortos, porque fuera de este oro quedan otros jugadores que no están, pero como si estuvieran: Carlos Jímenez y José Manuel Calderón.
Uno se retiró porque decidió dejar paso a la nueva generación. El otro se quiso recuperar bien de cara a la próxima temporada. Pero este oro es suyo también. Jorge Garbajosa, el más veterano del equipo, los juniors de oro, formado por Pau Gasol, Raúl López, Juan Carlos Navarro, Carlos Cabezas y Felipe Reyes, los novatos Sergio Llull y Víctor Claver, la nueva camada de oro, Rudy Fernández y Marc Gasol, el que no entra en ninguno de estos grupos, Alex Mumbrú, y el jugador más joven del torneo y el que más proyección tiene, Ricky Rubio, han conseguido la primera medalla de oro para el baloncesto español en un europeo.
Y lo han hecho en un partido que no ha tenido más historia que el primer cuarto... y sólo al principio, porque al final ya ganaban de 15 puntos, y fue llegar a los 20 y se acabó la historia. Igual que la final del Mundial contra Grecia. No ha habido emoción, pero ni falta que nos hacía después del comienzo tan irregular que tuvimos. Como colofón, Pau Gasol consiguió el MVP, después de ser máximo anotador (este tío siempre es máximo anotador y líder en mogollón de apartados) y Rudy Fernández le acompañó en el quinteto ideal del torneo.
Imagen | MARCA
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