Joel Tenenbaum es un chico seguramente entrañable que suda la gota gorda sacándose un doctorado en física, a sus 25 años, en la Universidad de Boston. Se ve que el chaval tiene una clara afición por la música, y encima por la buena música, ya que entre sus gustos figura Nirvana, la banda de Kurt Cobain y Dave Grohl y el otro que no me acuerdo.
Pues Joel Tenenbaum tuvo la mala idea de descargarse 30 canciones de la interné y compartirlas por P2P con otra gente de similares gustos musicales. La justicia le acaba de condenar a pagar 675.000 dólares (un poquito menos de medio millón de euros) por este motivo: 16.000 euros por canción.
Él ya ha dicho que va a recurrir, y si le sale mal, se declarará insolvente. Pero es que, ¿en qué cabeza cabe que este chaval tenga que pagar 16.000 euros por una canción? El P2P no se puede parar. El desarrollo tecnológico no se puede parar. Y esta gente pronto se dará cuenta. Y es que las discográficas están condenadas a morir o a reinventarse.
Ay, Joel, que disgusto le habrás dado a tu madre.
Yo supongo que si a este tío le meten más de medio millón de dólares por bajarse canciones, a quien robe un coche le condenarán como mínimo a cadena perpetua, y si me apuran, a la cámara de gas.
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