A lo Alfred Hitchcock, un tío de Brooklyn, Nueva York (como no) se dedicaba a disfrazarse, a sus 49 años, de su madre, que llevaba seis años muerta. Junto con un coleguilla (es que hay colegas que son como hermanos) iban a la oficina del Gobierno correspondiente a por su pensión, habiendo ganado en seis años 110.000 dólares.
Eso sí, la han pifiado y ahora cada uno está en la cárcel, pueden ser condenados a 25 años de prisión y se les ha impuesto una fianza de un millón de dólares.
Y es que no todo el mundo es tan sagaz como Norman Bates.
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