Es una realidad, amigos, y tenemos que prepararnos para lo peor. LOST termina el año que viene, en mayo de 2010. Sólo nos quedan 17 capítulos para disfrutar de nuestros personajes isleños, que ahora sí que parecen unos meros peones, como Alex según Benjamin Linus.
Y es que la frase que pronunció el grandísimo John Locke, mucho más famoso para nosotros que el filósofo británico (¿qué quién?, oigo decir...) a comienzos de la serie, frente a un todavía enano Walt Lloyd, tiene ahora más significado que nunca. Y eso que esta teoría la escuche hace un año más o menos de un auténtico borracho en las ferias de Alcalá...
Two sides. One is light... One is dark...
Todo es una lucha entre Jacob y el bautizado como Anti Jacob. Ahora bien, a no ser que Jacob, aparte de no envejecer, de poder teletransportarse o bien tener una Visa Golden Island para entrar y salir y moverse por donde quiera en el mundo, con un GPS marca ACME con el que encontrar a nuestros losties en momentos puntuales de su vida (¿fue también a ver a los Charley y compañía?), también tenga una camisa ignífuga, su obra ha pasado a mejor vida. Así que sólo nos queda el Anti Jacob en el cuerpo de John Locke, y un Jack que la ha liado parda (socorrista dixit) provocando un salto en el tiempo, o un ajuste temporal, o algo que tiene que ser un pepino ya que los guionistas no nos van cambiar el fondo negro de LOST a blanco si no ha pasado nada realmente acojonante importante. ¿Volverá a salir alguno de nuestros queridos isleños muertos? ¿Y los desaparecidos?
Porque claro, esta gente tiene tan sólo 17 capítulos para respondernos a muchas cosas. Y son muchas las preguntas de primer orden que nos quedan, lejos de por qué Sun está en 2007 mientras todos los demás estaban en el 77, ni por qué fueron estos acabaron en la época de The Who. No sé vosotros, pero yo todavía quiero saber qué pasó con Walt mientras estuvo secuestrado, donde están los capturados por The Others, de quienes eran los cadáveres de las cuevas (¿Rose y Bernard?). Yo todavía quiero ver como Radzinsky se desespera y se vuela la tapa de los sesos, o como Kelvin Inman se cabrea y se lo carga él mismo.
Y quiero saber que Desmond David Hume vive una vida feliz con Penny, pero aun tiene que pasar penurias, tiene que hacer algo grande en estos pocos capítulos que nos quedan. Porque si todo vuelve a la normalidad me lo veo apretando el botón del fin del mundo cada 108 minutos de nuevo.
Pero, ¿cómo va a volver todo a la normalidad si hay actores que no quieren volver a la serie? Por ejemplo, Mr. Eko, que salió escopetado diciendo que él era el culpable de que Eko fuera como es (nunca me gustó especialmente el personaje), o Libby, que parece no querer volver a rodar en Hawaii (la entendemos, ¿verdad?). ¡Pues te fastidias, Cynthia Watros! ¡Queremos saber tu historia!
Eso sí, que los últimos cinco minutos de toda la serie estén dedicados, de un modo o de otro, a Michael Giaccino.
0 comentarios:
Publicar un comentario