Lo que no invente la ciencia y la tecnología no lo inventa nadie (claro, ¿quién iba a quedar para inventarlo?). Unos científicos de la Universidad de Harvard, que no es poco, han creado una especie de diminuto espermatozoide, de un tamaño de 300 nanometros (1 nanometro es una milmillonésima parte de un metro, esto es, 10E-9 metros) y una cola de dos micrómetros (1 micrómetro = 10E-6 metros), que está diseñado para tranportar medicamentos a las zonas del cuerpo específicas. Para lograr su movimiento, se han basado en el movimiento de las bacterias, ya que el medio acuático se vuelve muy espeso a estas escalas.
Es como nadar en una piscina de asfalto en un día caluroso
Peer Fischer, investigador de la Universidad de Harvard
Fuente | ElMundo
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