Observen la noticia de MARCA, no tiene desperdicio.
"Sáqueme una tarjeta amarilla que me quiero ir de vacaciones"
Pongámonos en situación. Reunión de árbitros de la UEFA. Unos están cantando el "You´ll never rasparás walk alone" del Liverpool, cosa que no gustó mucho a las federaciones por eso de que los árbitros deben ser imparciales. ¡Pero hombre! Estarían borrachos y es una canción, no tiene nada de malo.
Pero el momento de la fiesta fue cuando Steve Bennett, uno de los mejores en esto de arbitrar de la Premier League, dijo que sacó tarjeta amarilla a algunos jugadores que se lo pidieron para tomarse unas vacaciones los días de Navidad. ¿Quién es el culpable de todo esto? ¿El árbitro? ¿Los jugadores? ¿O tal vez el que hace el calendario inglés que no detiene la Liga por Navidad?
El caso es que este tío es un buen samaritano, porque deja ir a los jugadores con sus familias en Navidad... Que sí, que cobran mucho, pero ahora será cuestión del club sancionar a esos jugadores, ¿no? Y de la Premier sancionar al árbitro si considera que hizo mal. Todo esto recuerda a las competiciones europeas cuando un jugador comete faltas para recibir una tarjeta, ser sancionado con un partido no importante y pasar limpio a la siguiente ronda.
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