El otro día me asaltó una duda. No temáis, me pasa muy a menudo. Pensé yo, ¿quién fue el primero que guardó las llaves en el bolsillo pequeño de la mochila?
¿Os imagináis como sería el mundo si el bolsillo grande fuera para las llaves, el móvil, la cartera y esas cosas y el pequeño para los libros? Yo os lo diré: mucho más féliz. Os lo voy a explicar.
1. Los libros serían pequeños para que cupieran en el bolsillo pequeño. Por lo tanto, estudiariamos menos y nos sabríamos bien las cosas. Piénsalo, ¿qué prefieres estudiar, un tema de 200 páginas o 20 temas de diez páginas cada uno?
2. Las llaves serían enormes. Como esto sería incomodísimo, se habría avanzado más y todos tendríamos sensores de retina en las puertas de casa. Desventaja: los ladrones te quitarían los ojos o bien te pondrían la cara en el sensor a la fuerza.
3. Los móviles serían enormes también. No te atracarían por la calle. ¿Tú te imaginas a un ladrón de medio pelo cargando con un móvil del tamaño de un amplificador Marshall? Sería totalmente ridículo. No lo haría.
4. Los libros podrían llamarse por fin “libros de bolsillo” sin que te preguntarás: “¿pero en qué bolsillo cabe esta cosa?
Imagen: katheryne.blogia.com
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