El Presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, utilizó, no sabemos si consciente o inconscientemente, el 12 de abril de 2011 para decir que España es como un transatlántico. Curiosamente, ese mismo día se cumplían 99 años del hundimiento del Titanic, aquel transatlántico tan lujoso que se perdió en las profundidades del mar después de chocar con un Iceberg.
El barco fue encontrado a mediados de los ochenta (concretamente el 1 de septiembre de 1985), y a día de hoy, una masa bacteriana está acabando con los restos del mismo, añadiendo a este ataque los problemas que causa la corrosión. Estas bacterias trabajarían de una forma similar a como lo hacen hormigas o abejas: trabajo en conjunto. Según los investigadores, el daño causado a los restos del Titanic podría haber provocado que la estructura hundida lleve una erosión de unos treinta años por delante de las causas naturales, por lo que dentro de poco podría no ser más que una mancha de óxido en el oceáno.
No sólo habría que preocuparse de los restos del Titanic, que han sido visitados siete veces desde que fuera descubierto, si no que esta bacteria podría ser un problema también de cara a las plataformas de metal de, por ejemplo, plantas petrolíferas, aunque, según los investigadores, también tendrían su parte buena al poder descomponer navíos con componentes tóxicos hundidos en el fondo del mar (el caso del Titanic, vamos).
Fuente | QuoBlog
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