Si quieres jugar al Póker, el primer paso es aprender bien cómo se juega, y, para ello, qué mejor manera de comenzar que con la modalidad de juego más popular, el Texas Hold’ em, la modalidad de juego que más se utiliza en los casinos y en los torneos mundiales televisados.
El juego comienza repartiéndose dos cartas boca abajo a cada jugador, que son las denominadas pocket cards. Estas son las únicas cartas que recibirá cada jugador individualmente, ya que el resto de cartas se pondrán en común para todos los participantes. Cada jugador apostará aquí una primera vez, antes de que se ponga ninguna carta en el centro de la mesa.
Tras esta apuesta inicial, el repartidor descubrirá tres cartas sobre la mesa, tras lo cual se vuelve a realizar una ronda de apuestas. Tras esta ronda de apuestas, se descubrirá una nueva carta, se apuesta de nuevo, y finalmente se descubre la quinta y última carta. Los jugadores que estén todavía en mano se jugarán el montante apostado con las siete cartas disponible (cinco comunes y dos individuales). En caso de que todos menos uno se retiren de las apuestas, el total apostado irá a recalar al saco del único que permanezca en la jugada.
Las posibles manos que se pueden conseguir son las siguientes (ordenadas de mejor a peor):
1. Escalera real: Cinco cartas seguidas del mismo palo del 10 al As.
2. Escalera de color: Cinco cartas consecutivas del mismo palo. En caso de empate, decide la carta más alta.
3. Póquer: Cuatro cartas iguales en su valor.
4. Full: Tres cartas iguales + Dos cartas iguales, es decir, trío + par.
5. Color: Cinco cartas del mismo palo, no importa el orden.
6. Escalera: Cinco cartas consecutivas de palos diferentes.
7. Trío: Tres cartas iguales en su valor.
8. Dobles parejas: Dos pares de cartas.
9. Pareja: Dos cartas iguales en su valor.
10. Carta alta: Gana quien tiene la carta más alta de todas.
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