Se trata de Rhea, el segundo satélite más grande de Saturno, cuya atmósfera, según nuevos estudios, tendría grandes cantidades de oxígeno y dióxido de carbono. Este estudio fue llevado a cabo a partir de datos obtenidos por la sonda Cassini, lanzada en 1997 y en órbita alrededor de Saturno desde 2004.
El pasado marzo, la sonda Cassini, un proyecto conjunto de la NASA, la ESA y la Agencia Espacial Italiana (ASI) realizó un acercamiento a este satélite, durante el cual se detectó gran cantidad de oxígeno, siendo así la primera luna de Saturno de la que se tiene constancia de ser rica en este gas. No es, sin embargo, el primer caso en nuestro Sistema Solar, ya que otros satélites, como Europa o Gamínedes, ambos pertenecientes a Júpiter, son también ricos en oxígeno.
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