12/7/10

¡España, campeona del Mundo!

12 ¡España es la campeona del Mundo! Por fin, tras ochenta años de campeonatos del Mundo, España consigue alzarse con la victoria y convertirse en el mejor equipo del planeta. Tras la gran victoria en la Eurocopa de hace dos años, ahora ya somos Campeones del Mundo.

Veintitrés jóvenes con ganas de comerse el mundo conforman está generación de espléndidos futbolistas y mejores personas que han demostrado una entereza y un saber estar increíble. No se ha escuchado ningún comentario que pudiera descentrar y hacer algún mal al grupo llevado a la perfección por Vicente del Bosque, que no sabemos si habrá recibido una felicitación de Florentino Pérez.

Como no podía ser de otra manera, el partido final fue duro, tosco, y emocionante hasta el final. Administrado de manera pésima por un árbitro inglés, de nombre Howard Webb, y de dudosa capacidad de arbitraje, España salió vencedora de un duelo en el que recibió palos como churros, para que luego Wesley Sneijder dijera que el arbitraje había sido lamentable… ¡a favor de España! Oír para creer.

Xabi Alonso recibió una patada de kárate en la primera parte que podría haberle destrozado el esternón, y Van Bommel le dio a Iniesta todo lo posible. Sin embargo, el destino tenía preparado un homenaje para este chico tímido de la provincia de Albacete que, para mí, junto a Iker Casillas, es el mejor jugador de esta selección, una selección en la que, por otra parte, nadie sobresale.

Andres Iniesta agarró un balón a pase de Cesc Fabregas, que echaba de menos jugar más. Todo precedido por una jugada de garra y entrega por parte de los jugadores de España que se llevaban el balón porque querían meterlo dentro de la portería holandesa. Iker Casillas es un seguro para los penalties, pero no queríamos llegar a eso. Andrés Iniesta enchufó al balón como hay que enchufarle: con rabia y con furia. Y el balón entró. Y España entera se levantó, porque nos convertíamos en los mejores del mundo y ya no éramos más esa selección que no era capaz de hacer nada grande en los mundiales. Andrés Iniesta le dedicaba el golazo a su amigo Dani Jarque, jugador del Español fallecido recientemente. Mientras todos los jugadores de España, titulares y suplentes, corrían hacía el banderín a celebrar el gol con Iniesta, en el otro lado del campo, en solitario, Iker Casillas lloraba como un niño pequeño. Lágrimas de un campeón y de un capitán de campeones. Y no serían las únicas lágrimas que iba a derramar. Pero eso lo trataremos más adelante.

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