Mientras dormía, creo que mi alma fue llevada a una nave extraterrestre de forma triangular y me llevaron a Venus. Era un lugar muy bonito, y muy verde.
Miyuki Hatoyama, Primera Dama japonesa.
No voy a discutir sobre las capacidades intelectuales que hayan llevado al señor Yukio Hatoyama a ganar las elecciones presidenciales de Japón, pero el hecho de que su actual mujer y futura Primera Dama (aun están con el gobierno anterior en funciones) alegue que viajó hasta Venus con un grupo de extraterrestres no va a jugar a su favor en ningún momento.
Por favor, es como si Sonsoles, la esposa de José Luis Rodríguez Zapatero, dice que se comunica con su tatarabuelo si conecta el microondas y la radio a la vez. Puede que sea verdad, pero aun siendo cierto, Zapatero le diría a su mujer que se callara, que ya tendrá tiempo de hacer esas cosas públicas cuando no le toque gobernar.
Claro que, visto como está el patio, lo mismo el hecho de que la mujer del presidente electo japonés vaya diciendo en su libro autobiográfico que fue abducida por los extaterrestres hace 20 años hace que la gente se anime a ir a las urnas y se convierta en el presidente más popular de la historia de Japón.
Eso sí, ¿no se supone que la superficie de Venus es entre marrón y rojo y que es el planeta más caliente del Sistema Solar? La señora Hatoyama hubiera muerto achicharrada con tan sólo acercarse a la superficie, y si no hubiera reventado con la mastodóntica presión que sufre ese planeta.
O quizás la Primera Dama japonesa es como Hulk.
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