Pam Fleming (no confundir con el famoso Alexander Fleming al que tanto debemos) es un policía escocés de 45 años que afirma que todos los policías deberían ser Jedis.
Para mí no es un chiste. Ser un Jedi es una forma de vida. De hecho, a mi aprendiz le llamo padawan.
Y es que Pam Fleming asegura usar poderes Jedi para obtener la verdad de los sospechosos durante los interrogatorios. Eso sí, dice que "no usa sus poderes para influenciar en lo que los sospechosos dicen". Ante todo, legalidad.
Como bonus, hay que apuntar que en Inglaterra y Gales, 390.000 personas son de la religión Jedi, según el último censo recogido en 2001. En Escocia, este número es menor, pero son 14.000 los seguidores de la causa de la Fuerza.
El problema de todo esto es que luego en algunos sitios aparecen los Jedis tránsfugas, esos que luego se pasan a la orden Sith y son corruptos y tal.
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