Esta es la historia de Gregory E. Chamitoff, un astronauta que, después de pasar seis meses a bordo de la Estación Espacial Internacional, trabajaba de 12 a 16 horas al día y aun sacaba tiempo para uno de sus hobbies: jugar al ajedrez.
Así, comenzó a jugar al ajedrez por correspondencia contra algunos jugadores del estado de Washington (al Oeste, no es el estado que alberga la capital de Estados Unidos). Cual fue su sorpresa cuando resultó, al conocer a sus enemigos, que eran alumnos de escuela primaria.
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