La mente es como una madre: sólo hay una. Así que tenemos que acostumbrarnos a cuidarla, ejercitarla y respetarla, no vaya a ser que el día de mañana nos dé un susto.
Lo primero de lo que tenemos que preocuparnos es de ejercitarla bien, pues está demostrado que la falta de educación es un fuerte predictor de fallos cognitivos. Cuanto más intentes aprender, mejor estarás preparado para soportar los achaques de la vejez. Prueba a hacer cosas diferentes, el desafío de lo desconocido es mucho más beneficioso que repetir el mismo puzzle una y otra vez.
Eso sí, después de ejercitarlo viene el reposo. No te olvides de relajarte con música tranquila y un buen paisaje, además de dormir lo justo y necesario, pues te ayudará a eliminar esa información absurda (que tanto nos gusta almacenar) para quedarte con la realmente importante en tu vida.
Vigila tu dieta, ya que las enfermedades relacionadas con el sobrepeso también afecta a tu cerebro, según los estudios. Además, evita los cigarrillos y las grasas saturadas, come pescado, que te hace ser más fuerte cerebralmente hablando.
Y por último, ¡haz algo! El Sillon Ball está bien, pero recuerda que es recomendable hacer unos 30 minutos de ejercicios al día. Y si no puedes, pues ya sabes, lo típico, ve andando al trabajo / universidad, sube escaleras, blablabla...
Fuente | LiveScience
Imagen | SinCandado
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