Para variar, comienza de nuevo el año académico, esta vez con el sobrenombre artificial de 2008/2009, en el que espero realizar, entre otras cosas, el Viaje Fin de Carrera (VFC, a partir de ahora) sin haber acabado la carrera. Ironías de la vida, que a cada paso que damos aparecen, no una ni dos, si no tres mil ochocientas, decena arriba decena abajo.
Y vuelta a coger el autobús diariamente, y después el metro, y después anda un poco y sube unas escaleras entre árboles, que algún bohemio patológico pensará que es bonito pero no lo es para nada, no porque no me guste la naturaleza, si no porque la imagen que mi amigo el bohemio tiene en la cabeza dista años luz de la realidad. No voy a describirlo aquí, porque como dijo alguna vez alguien más sabio que yo: “más vale una imagen que mil palabras”. Aunque eso no es del todo cierto. Y algún día lo explicaré, más científicamente que lógicamente.
Y vuelta a retomar el blog que decidí no cerrar hace mucho. Porque para abrir muchos mejor retomar el olvidado, RonMocho sigue vivo. Tal vez fuera por el nombre. Tal vez por el slogan. El caso es que he cogido cariño a estre trozo de Internet con algo de espacio gratuito para nuestras incomodidades sociales cotidianas. Tal vez aquí no encontréis pensamientos filosóficos ni dudas existenciales a lo Dawson Creek, pero, sin duda, a un servidor le servirá para abstraerse de este ser que todo lo inunda llamado sociedad, y que los médicos aseguran que pasar mucho tiempo en ella (concretamente 24 horas al día) puede ser perjudicial para la salud. ¿Más que el tabaco? No lo sé, no fumo. ¿Más que las drogas? No lo sé, no consumo.
En definitiva, vuelta al pasado…
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