Y digo bien. En parte. Porque a esta base de datos sólo tendrán acceso autoridades judiciales y Fuerzas del Estado. ¿Por qué? ¿Por qué sólo pueden saber ellos quién es un delincuente? ¿Acaso el ciudadano normal no puede saber quién es peligroso para su bienestar? Qué queréis que os diga, si mi vecino fuera un pedófilo reincidente me gustaría saberlo para no dejar a mis hijos cerca de él. ¿Qué me importa a mí que las autoridades judiciales sepan que una persona es pederasta si está en libertad y yo no sé que lo es?
Supongo que aquí volvemos al eterno debate de la reinserción o de la posible venganza si supieramos quién es. Cuando se delinque por venganza se es igual o más culpable que el vengado, por lo tanto, para la persona que se tome la ley por su mano le caerá la ley del Estado con toda su fuerza. Lo que me molesta es que el Estado decida por mí lo que tengo que conocer y lo que no. La sociedad tiene todo el derecho a conocer quienes son o han sido delincuentes. Si la cosa funciona bien, es muy probable que se alcance una verdadera reinserción, pero creo que no podemos forzar a alguien a aceptar a un asesino, violador o, en este caso, pederasta como miembro activo de su sociedad bajo el desconocimiento de los hechos cometidos por el sujeto. El Estado no es quien para imponernos la moralidad. Es tarea de cada individuo el decidir si acepta convivir con un pederasta o no.
Ojo, no estoy diciendo que se le discrimine una vez haya cumplido su condena (que debería ser muchíiiiisimo más larga), si no que la gente debe tener el derecho a conocer qué personas tiene alrededor para saber poner las medidas necesarias en pos de una mayor seguridad para él y para los suyos. ¿O acaso vosotros estaríais seguros en vuestras casas si supieráis que por el barrio anda suelto un condenado por pedofilia? Pues eso.
Imagen: Europapress.es
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