278 millones de dólares (219 millones de euros) tirados a la basura por un problema mecánico. El satélite de la NASA (Orbiting Carbon Observatory) cayó cerca de la Antártida.
No ha durado mucho, pues cayó poco después de ser lanzado. "Todo nuestro equipo está decepcionado. Incluso cuando haces todo bien, aún entonces puedes fallar". La cosa es que el escudo que debía proteger al satélite del calor ocasionado por la fricción con el aire no se despegó del satélite cuando debiera haberlo hecho (tres minutos después del despegue, cuando ya no hay daño posible para el satélite). Así, no pudo aligerar peso y el Orbiting Carbon Observatory no pudo alcanzar su órbita.
El OCO iba a pasarse los dos próximos años dando vueltas a la Tierra midiendo las emisiones de dióxido de carbono. Ya no lo hará.
Fuente | LATimes
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