Los seguidores del Real Madrid y del FC Barcelona estarán contentísimos con las abultadas goleadas que, jornada sí, jornada también, están cosechando sus equipos. Pero no podemos olvidar que hay otros dieciocho equipos en Primera División sin los cuales ni el Real Madrid ni el FC Barcelona harían nada. ¿Queremos que todas las Ligas sean como la anterior, o como esta, pues tiene toda la pinta de acabar igual, si no peor?
El año pasado, el FC Barcelona fue campeón con 99 puntos. El Real Madrid fue subcampeón con 96 puntos. El tercer equipo en la tabla clasificatoria fue el Valencia… con 71 puntos. Un vacío de 25 puntos, que son más de ocho partidos ganados. El FC Barcelona terminó la Liga con 31 partidos ganados, seis empates y un solo partido perdido. Anoche, el FC Barcelona le encasquetó ocho goles al Almería a domicilio, pero es que el Real Madrid endosó un 5-1 al Athletic de Bilbao.
A estas alturas, cuando se han jugado doce jornadas solamente, El FC Barcelona, a un punto del Real Madrid, le saca al tercero, el Villarreal, siete puntos, que son 3 partidos. Tres partidos en doce. En treinta y seis, serían 9, mayor diferencia de la que se obtuvo la anterior campaña. ¿Es esta la Liga que queremos? ¿Una Liga en la que sólo Real Madrid y FC Barcelona se jueguen el trofeo, mientras el resto de equipos son meros espectadores de esta lucha, que pugnan por llevarse alguna plaza de Champions y de UEFA? ¿Sería posible ver una Real Sociedad como la capitaneada por Xabi Alonso que puso al Real Madrid contra las cuerdas hasta la última jornada hace tan solo unos años?
Si queremos que la Liga Española goce de buena salud, debería haber límites en las diferencias de presupuesto. El Real Madrid y FC Barcelona son lo que son gracias a todos los demás equipos de España. Si sólo hubieran existido ellos durante los más de cien años de fútbol en nuestro país, no tendrían ahora la historia ni los jugadores de los que disfrutan. Una liga de dos equipos no hace más que disminuir la calidad de nuestra Liga, y eso se tornará en decepción por parte de todos los aficionados al fútbol, que sólo disfrutarán de los choques entre estos dos gigantes. Tal vez entonces se jueguen 38 “clásicos” en una Liga, para darle más emoción al asunto. Sí, puede que en alguna jornada aparezca un Hércules, se disfrace de David, y venza a Goliat, pero, no nos engañemos, no es lo habitual.
Claro que, si todo esto va encaminado a crear una megasuperultra Liga Europea donde sólo tengan cabida los dos o tres mejores equipos de cada país… allá ellos. Las ligas nacionales se verán convertidas en campeonatos de barrio a los que nadie prestará atención, mientras que en Europa se librarán batallas por la supremacía continental, convirtiendo a los ya idolatrados jugadores en seres endiosados. Al final, la NBA vendrá a Europa, pero en forma de otro deporte.
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