La madre de todas las calabazas

782 kilos y medio es lo que ha pesado una calabaza de un pueblo de Ohio, cultivada por una profesora llamada Christy Harp. Ostenta el venerable récord de ser la calabaza más grande, o, en castellano, de ser la madre de todas las calabazas, igual que la madre de todas las hamburguesas.

Mide de ancho más que la envergadura de un ser humano y pesa más que una vaca del montón. Que disfrute ahora la señora Harp de la calabaza, pues seguro que un buen día por la noche cobra vida y se dedica a engullir a todo ser viviente que se mueva por ahí. Sin duda, el primero que caerá será ese perro estúpido que no pare de ladrar.

Hoy parece que la cosa va de Pulp Fiction, porque si recordamos la película, el personaje de Tim Roth se llama Pumpkin, es decir, calabaza en inglés.

Por esto, Christy Harp es nuestra heroína de hoy, siguiendo la estela de los pilotos que se pasaron de aeropuerto porque discutían de política o Paco de la Fuente, el héroe de Bilbao contra la DGT.