Este artículo llega después de que hayan pasado unos días desde que RonMocha y yo viéramos la película, que ciertamente nos gustó. Al finalizarla, nos hicimos la misma pregunta que ya nos hiciéramos cuando asistimos a "El curioso caso de Benjamin Button". ¿Se merece los ocho Oscars que ha conseguido?
Slumdog Millionare cuenta la historia de un joven indio llamado Jamal K. Malik, al que vemos concursando en la versión india de "¿Quiéres ser millonario?", presentado por el Carlos Sobera de allí que puede llegar a ser incluso más insoportable. A través del concurso asistimos a la biografía de Jamal, desde su más tierna infancia hasta que participa en el programa. El resultado, la historia de la vida de una persona proveniente de la más absoluta pobreza, que ha tenido que superar todo tipo de obstáculos y que siempre decidió hacer lo correcto, basándose en la inocencia y la sinceridad que siempre le acompaña.
A la película le puede falta un toque melodramático, y en eso mucha culpa tiene el director, Danny Boyle, que nos tiene acostumbrados a cámaras rápidas y en determinados momentos esto no es lo que necesita el espectador. Sin embargo, no dejan de ser fallos menores, desde mi humilde opinión, de una gran película que recomiendo no ver cerca de alguien que crea estar en el salón de su casa viendo Antena 3. Si sabes que la opción correcta es la D, cállate, por favor.
Mágica y real, alegre y triste, cruel y despiadada, Slumdog Millionare es una película que no se puede dejar pasar, de obligado visionado aunque sea en el salón de casa (ir al cine se ha convertido en un atentado contra nuestros bolsillos) y que nos hará disfrutar en demasía. No se la pierdan.
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