Básicamente, ignorarla. Eso es lo que no hay que hacer. La mayoría de la gente, al escuchar noticias que cuentan cómo un tornado va a poner en peligro su ciudad, corren despavoridos a otro sitio o buscan refugio. Otros no lo hacen.
Por ejemplo, durante uno de los Super Martes yanquees del pasado año, en plenas elecciones primarias, un tornado arrasó nueve estados, matando a 57 personas, hiriendo a 350 y causando daños materiales por valor de 400 millones de dólares.
A pesar de los avisos, mucha gente optó por no hacer nada porque "febrero no forma parte de la temporada tradicional de tornados". Esta gente tendía a minimizar la amenaza a través de un proceso mental sistemático llamado Optimistic Bias, que básicamente consisnte en pensar que las cosas malas les pasan sólo a otra gente.
Reconocedlo, todos somos un poco Optimistic Bias
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