La SGAE entrega al ministerio de Industria una lista de 200 webs con enlaces P2P

El panorama se está poniendo negro, muy negro, para la libertad en internet. Llevamos una semana ajetreadísima tras conocer el contenido de la ‘Ley de Economía Sostenible’ de Zapatero que albergaba en su interior un anteproyecto con el que pretenden saltarse el trámite judicial (país de locos…) y poder cerrar páginas web que vulneren los derechos de autor, literalmente, a dedo. Contra eso iba el manifiesto que inundió cientos de miles de páginas web, no sólo españolas.

Mientras tanto, parece una batalla perdida el hecho de que los medios de comunicación y el común de los mortales no entienda la diferencia entre piratería y descartas legales, al menos, en España. La piratería es lo que hace el ‘Top Manta’. La piratería es que yo grabe un disco y se lo venda a mi vecino. Si no hay ánimo de lucro, no hay piratería. No es ilegal, en España. No se vulneran los derechos de autor, porque la copia privada no necesita del consentimiento expreso del autor.

Sin embargo, con todo el jaleo que ha creado la Ministra de Cultura, González-Sinde, que terminó con una reunión entre ella, sus colaboradores, y diversos personajes conocidos de sobra por los que divagamos por la red (Enrique Dans, autores de Microsiervos, Julio Alonso, creador de La Información…), la SGAE ha decidido tomar cartas en el asunto y hacer caso omiso del anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero (dijo que no iba a cerrar ninguna página web), mandando al ministerio de Industria una lista con casi 200 portales web que deberían cerrarse. Estas páginas ofertan cine, música, vídeo, videojuegos, programas, documentales, software, seguramente, muchas de ellas, sin vender los productos. Simplemente, ofrecen enlaces de descarga. Destruir al mensajero.

Entre ellas se encuentran, como indica El Mundo, páginas conocidas, como peliculasyonkis, surgida a raíz de seriesyonkis, que supongo también estará en la malvada lista. Según la SGAE, estas páginas controlan el 80% del tráfico de contenidos piratas (supongo que se refieren a enlaces P2P o DD). Eso sí, el dichoso canon sigue presente en todos los soportes de almacenamiento digital, a pesar de que mi teléfono móvil no tiene ningún contenido multimedia que vulnere derechos de autor. Da igual, te lo cobran, así aprendes.

¿Cuál será el próximo capítulo?